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»Vor zweitausend Jahren führte das Kommen von Jesus eine Ordnung der Dinge ein, bei der zum ersten Mal in der menschlichen Geschichte die Werte von Liebe, Güte, Vergebung, Geduld, Sanftmut, Demut und Opfer an erster Stelle standen. Und selbst wenn die Worte von Jesus bis jetzt weder gut verstanden noch richtig angewendet wurden, so hat es gereicht, dass dieses Licht bei einigen Wesen aufleuchtet, damit es über Jahrhunderte weitergereicht wird. Die von Jesus gelehrte Nächstenliebe, die aus dieser Wahrheit hervorgeht, dass die Menschen Söhne und Töchter desselben Vaters sind, machte für den Gedanken der Brüderlichkeit den Weg frei.«
»Die Evangelien können im Lichte der alchimistischen Wissenschaft verstanden und interpretiert werden. Dem Anschein nach berichten sie nur vom Leben eines Mannes namens Jesus, der vor zweitausend Jahren in Palästina geboren wurde; doch in Wirklichkeit beschreiben sie auch alchimistische Vorgänge, quer durch die verschiedenen Abschnitte seines Lebens, von seiner Geburt bis hin zu seinem Tod und seiner Auferstehung.
Trotz aller Verurteilungen durch die Geistlichkeit hat die Alchimie seit dem Mittelalter die christliche Mystik und Esoterik zutiefst durchdrungen. Und wenn man manche Figuren an der Außenseite wie auch im Inneren von Notre-Dame de Paris oder Notre-Dame de Chartres genau betrachtet, so entdeckt man, dass die Erbauer der Kathedralen Kenntnisse der Alchimie besaßen, wovon die Architektur und Bildhauerei vielfach Zeugnis ablegen.«Omraam Mikhaël Aïvanhov
»Die wahre Freude kommt nicht von etwas Sichtbarem oder Greifbarem. Es ist eine Freude ohne Ursache, und nur sie gibt euch das Gefühl, dass ihr als Seele und Geist existiert. Anstatt also zu erwarten, etwas oder jemanden zu besitzen, um sich daran zu erfreuen, freut euch im Gegenteil daran, dass es die Dinge und die Wesen gibt. Denn in dieser Freude, die sie euch so geben, liegt es, dass ihr das Gefühl habt, sie würden euch gehören. Alles, was euch erfreut, besitzt ihr, und sogar viel mehr, als wenn ihr der Besitzer wärt.«
Omraam Mikhaël Aïvanhov
»Das Lächeln des Weisen ist das Lächeln der Freiheit. Das, was der Weise verstanden hat, befreite ihn von unnützen Lasten des Daseins und erhebt ihn in Regionen, wo eine ewige Sonne scheint.
Und diese Weisheit, die er zum Preis vieler Anstrengungen erworben hat, an diejenigen weiterzugeben, die mit ihm leben oder zu ihm kommen, das ist der einzige Wunsch des Weisen. Aber wie viel Zeit ist nötig, um den Menschen das zu vermitteln, was man selbst verstanden hat! Das Einzige, was der Weise daher unmittelbar vermitteln kann, ist die Freude, die er aus dieser Weisheit schöpft, diese Freude, die sein Herz erfüllt, die aus seinem Herzen hervorquillt, und das Lächeln ist der Ausdruck dieser Freude, die man auch Liebe nennen kann.«
Omraam Mikhaël Aïvanhov
»Das Dasein ist eine lange Kette von Momenten, die man einen nach dem anderen bewusst leben sollte. Alle Anstrengungen, die ihr macht, werden oben im Buch des Lebens eingetragen, und wie viele Segnungen warten dank dieser Anstrengungen auf euch! Wenn ihr sie empfangen werdet, wird man euch auf die Frage: »Warum diese Geschenke?« antworten:
»Weil ihr euch durch eure Arbeit bis zu den Regionen des Lichts erhoben habt und ihr das Licht und den Frieden auch Menschen gebracht habt, die sich in Elend und Finsternis befanden.« Mehr kann ich euch nicht sagen. Macht weiter, geht auf dem Weg des Lichts. Was wird euch dort am Ende dieses Weges erwarten? Ihr werdet es herausfinden, wenn ihr am Ziel seid und ihr werdet überwältigt sein.«
Omraam Mikhael Aivanhov
Aunque conocemos la realidad astronómica del heliocentrismo, todavía no hemos sacado todas las consecuencias en el terreno de lo biológico, psicológico, cultural y espiritual. El sol está presente en cada uno de nosotros y puede manifestarse hasta el punto de extender nuestra conciencia a una visión planetaria de los problemas humanos.
¿ Por qué nacemos en un determinado país y en una determinada familia ? ¿ Por qué algunos gozan de buena salud, son inteligentes, ricos, poderosos, triunfan, mientras que otros están limitados y en desventaja ? La respuesta a estas preguntas no sólo nos ayuda a desenredar los hilos enmarañados de la vida, sino que nos proporciona la posibilidad de convertirnos a nosotros mismos en maestros de nuestro destino.
La verdadera educación del niño es ante todo subconsciente. Antes de nacer, la madre, que le lleva aún dentro de sí, puede influir favorablemente mediante sus pensamientos, sus sentimentos y su comportamiento armonioso. Esta influencia debe seguir ejerciéndose sobre el bebé, y los padres deben saber hasta qué punto es sensible a la atmósfera que le rodea. En fin, los padres y pedagogos deben llevar a cabo su tarea de educadores mediante el ejemplo, porque al niño le afecta mucho más profundamente la manera de ser y de obrar de los padres que se ocupan de él que los consejos y lecciones que puedan darle incidentalmente. Esta educación subconsciente del niño exige, pues, un gran cuidado por parte de los educadores
Esta obra no es un manual de dietética. En ningún momento se trata la dieta, pues para Omraam Mikhaël Aïvanhov lo esencial no es tanto el saber qué o cuánto comer, sino cómo comer, cómo considerar la alimentación.
El lector se sorprenderá quizás por la originalidad de un pensamiento que intenta por todos los medios desproveer el acto de comer de su banalidad cotidiana, hasta llegar a darle el significado místico que pudo alcanzar en la Santa Cena.
Animal fantástico común a todas las mitologías, que también encontramos en la iconografía cristiana, el dragón no es una lejana ficción : es el símbolo de las fuerzas instintivas del ser humano. Y toda la aventura de la vida espiritual consiste en domesticar, amasar y orientar estas fuerzas para utilizarlas como medios de propulsión con el fin de alcanzar las altas cimas del espíritu.
No basta con crear organismos para fomentar una vocación universal ; mientras los individuos que los representan no sientan ellos mismos una vocación universal, esos organismos serán ineficaces. La conciencia de la universalidad es el fruto de una educación paciente, con respecto a la cual, Omraam Mikhaël Aïvanhov nos da en este libro las bases.
Un Maestro es ese ser prodigioso capaz de arrastar a los hombres hacia las más altas cimas del espíritu, pero para él, como para sus discípulos, esta arrebatadora experiencia no puede culminarse si no va acompañada de una gran exigencia interna.
¿ Qué paz puede establecerse mientras el ser humano siga alimentando en él los gérmenes de todos los conflictos políticos, sociales y económicos que son sus deseos de posesión y de dominación no subyugados ? En tanto el ser humano no se decida a intervenir en el campo de batalla de sus pensamientos y sentimientos desordenados, no podrá construir a su alrededor una paz duradera.
El lugar de la Navidad y de la Pascua en el ciclo anual – solsticio de invierno y equinoccio de primavera – que hace visible su significación cósmica, nos enseña que el hombre, por pertenecer al cosmos, participa íntimamente en los procesos de gestación y de eclosión que se producen en la naturaleza. Navidad y Pascua, el segundo nacimiento y la resurrección, son en realidad dos formas distintas de presentar la regeneración del hombre, su entrada en el mundo espiritual.
Las verdaderas respuestas a la cuestión del mal no son explicaciones sino métodos. En efecto, cualquiera que sea su origen, el mal es una realidad interna y externa con la cual nos encontramos confrontados diariamente y sobre la cual debemos aprender a obrar. Es inútil e incluso peligroso querer combatir el mal, porque la lucha es demasiado desigual, pero hay que conocer los métodos que permiten dominarlo y transformarlo.
El formidable envite politico en que se ha convertido la libertad, nos hace perder de vista poco a poco los verdaderos términos en los cuales se plantea esta cuestión para el hombre. Lo que Omraam Mikhaël Aïvanhov trata de restablecer son los términos, las relaciones entre el espíritu y la matera cuando dice : ” La Enseñanza que os traigo es la del espíritu, del Creador, y no la de la materia, de la creación. Por eso os digo : entrad en el ámbito del espíritu que crea, que modela, que da forma, y escaparéis cada vez más a la influencia del mundo exterior, ¡seréis libres!”
Substancia viva del universo con la que Dios creó el mundo, según la tradición, y desde hace años estupendo medio de exploración y de acción gracias al funcionamiento del láser, la luz nos brinda un campo infinito de posibilidades tanto en el ámbito material como en el espiritual. Omraam Mikhaël Aïvanhov nos invita aquí a descubrir las posibilidades espirituales de la luz.
El hombre es un ser ambi-guo que está situado en medio del reino animal y del mundo divino. Por lo tanto su naturaleza es doble, y hay que tomar conciencia de esta ambivalencia para superarla. Si está escrito en los textos sagrados : ” Sois dioses “, es para recordar al hombre que en él hay una esencia superior escondida que debe manifestarse.
” En el universo existen dos principios fundamentales que se reflejan en todas las manifestaciones de la naturaleza y de la vida, y que se llaman principio masculino y femenino. La creación es la manifestación de estos dos principios cósmicos creadores : el Padre Celestial y la Madre Divina, de los que el hombre y la mujer también son un reflejo. La galvanoplastia espiritual es una aplicación en la vida interna de la ciencia de los dos principios. “
La Enseñanza de Cristo está totalmente contenida en las pocas líneas de la oración dominical : ” Padre nuestro que estás en los cielos… ” Esto es lo que nos muestra Omraam Mikhaël Aïvanhov en esta obra. ” Toda la ciencia que Jesús poseía, la quiso resumir en el ” Padre nuestro “, con la esperanza de que los hombres que más tarde la recitarían y la meditarían, lo plantarían como un grano en su alma, a fin de descubrir este árbol inmenso de la Cien-cia iniciática que nos ha dejado.
” En la Ciencia iniciática, leer significa ser capaz de descifrar el lado sutil y escondido de los objetos y de las criaturas, interpretar los símbolos y los signos colocados en todas partes por la Inteligencia cósmica en el gran libro del universo. Y escribir, significa marcar este gran libro con el propio sello, obrar sobre las piedras, las plantas, los animales y los hombres a través de la fuerza mágica del propio espíritu. Por consiguiente no es sólo sobre el papel que hay que saber leer y escribir, sino en todas las regiones del universo. “
El inmenso interés del método interpretativo de Omraam Mikhaël Aïvanhov consiste en considerar todos los relatos cortos, reales o simbólicos de los Evangelios, como datos de situaciones psicológicas. Estos relatos, desprovistos de su carácter eventual y pintoresco, es decir, externo y de limitada proyec-ción, aparecen como realidades constantes de nuestra vida interior, en el seno de la cual se enfrentan y se reconcilian las fuerzas antagónicas espirituales y materiales.
” Las figuras geométricas son como la estructura, como el caparazón de la realidad… Pero estas formas, aunque reducidas al estado de esqueleto, no están muertas sino que representan realidades vivas en el hombre y en el universo. Pero para poder interpretarlas debemos vivificarlas, insuflarles el espíritu ; no tienen ningún significado en tanto nos limitemos a estudiarlas como algo externo a nosotros. “
” A pesar del grado de refinamiento que puedan alcanzar, los cinco sentidos siempre estarán limitados, porque sólo pertenecen al plano físico y no explorarán otra cosa que el plano físico. Mientras los seres humanos no comprendan que hay otros campos a explorar, ver, tocar, respirar, no podrán experimentar nuevas sensaciones, más amplias, más ricas, más sutiles. Cada órgano está especializado : cumple una determinada función y sólo produce sensaciones de acuerdo a su naturaleza. Para experimentar sensaciones nuevas hay que dirigirse a otros órganos, a otros centros sutiles que también poseemos. “
No hay que buscar en la obra de Omraam Mikhaël Aïvanhov los elementos pertinentes a un manual de astrología. El zodíaco que nos presenta es el Libro de los libros, aquél en el que todo está escrito. Las constelaciones y los planetas son signos jeroglíficos, caracteres sagrados, cuya comprensión nos revela la creación del mundo y del hombre, su evolución común, la identidad de su estructura. Y todo ser consciente de su pertenencia universal siente la necesidad del trabajo interno a realizar, para encontrar en sí mismo la plenitud del orden cósmico del cual el círculo del zodíaco es el símbolo perfecto.
“No luchéis contra vuestras debilidades ni contra vuestros vicios porque os derribarán ; aprended más bien a utilizarlos haciéndoles trabajar. Encontráis normal el utilizar las energías naturales, entonces, ¿ por qué os sorprendéis cuando se os habla de utilizar las energías primitivas que están en vosotros ?… Cuando conozcáis las reglas de la alquimia espiritual sabréis transformar y utilizar todo tipo de fuerzas negativas que poseéis en abundancia.”
” Para facilitar la comprensión, cuando se quiere dar una idea de la anatomía del ser humano, necesariamente hay que hacer distintas láminas que representen los diferentes sistemas : óseo, muscular, circulatorio, nervioso… Lo mismo ocurre para el organismo psíquico : exactamente como un anatomista, un Iniciado emplea distintos esquemas o divisiones según los aspectos del ser humano y los problemas en los que quiere profundizar. “
Las leyes de la verdadera creación artística no son distintas de las leyes de la creación espiritual. Al construir su obra, el artista emprende un trabajo de regeneración interna idéntica al del espirtualista, e inversamente, en sus esfuerzos hacia la perfección, el espiritualista realiza sobre sí mismo un trabajo de creación idéntico al del artista.
” Cada pensamiento está impregnado del poder del espíritu que lo ha creado. Sabiendo esto, cada uno de vosotros puede convertirse en un benefactor de la humanidad : a través del espacio, hasta las regiones más alejadas, puede enviar pensamientos como si fueran mensajeros, criaturas luminosas a las que encarga ayudar a los seres, consolarles, iluminarles, curarles. Aquél que hace conscientemente este trabajo penetra poco a poco en los arcanos de la creación divina. “
” Si estáis enfermos, hay algo desordenado en vosotros : habéis alimentado determinados pensamientos, sentimientos, actitudes, y ello ha acabado por reflejarse en vuestra salud. La mejor arma contra la enfermedad es la armonía : pensad en sincronizaros día y noche con todo tipo de vida, con la vida ilimitada, cósmica. “
” La verdadera magia, la magia divina, consiste en uti-lizar todas las facultades, todos los conocimientos para realizar el Reino de Dios en la tierra. Muy pocos magos han llegado a este grado superior en el que el único ideal es el de trabajar en la luz por la luz. Quienes lo alcanzan son los verdaderos bienhechores de la humanidad. “
“Acostumbraos a considerar vuestra vida cotidiana como una materia sobre la que debéis trabajar para transformarla. No os contentéis con aceptar lo que recibis, soportando todo lo que os suceda, no os quedéis pasivos, pensad siempre en añadir un elemento capaz de animar, de vivificar, de espiritualizar esta materia. Es ahí donde se encuentra verdaderamente la vida espiritual: ser capaces de introducir en cada una de vuestras actividades un fermento susceptible de proyectar esta actividad sobre un plano superior.”
Omraam Mikhaël Aïvanhov